Princesa de mi palacio

Digo yo, que ella es una dama que me quita el sueño, una mujer que me fascina, me absorbe opacidad de mis ojos, pintarrajea sonrisas del mil colores en mi triste cara. Esta mujer, tiene una mirada constante y una sonrisa perfecta que me rebalsa tanto los sentimientos. Dice que me quiere, cuando abre los ojos cuando me besa. Yo siento que todo se repite. Un pasado entre vislumbres tan aterradoras que me dejaron casi sin alma. Aquella otra mujer que me desdobló la manera de vivir, me pisoteo con un elefante de Guatemala. Tanto dolor. Tanto olvidar.
Pero con la Princesa de mi palacio siento mas que lo que le muestro, pero casi todo y nada, dibuja mi pasado tan perfecto. Solo quiero en el nombre de la Historia del Universo, que cruce catorce puertas(1), aprezca entre catorce sombras, y me demuestre que entre toda obscuridad que es la llama que ilumina mi corazon sincero, nunca mas sincero que el dia en que te estoy amando. Y al atravesar los umbrales, me bese con esa fruición con que mis labios la saborean. Que calque un beso de mi boca. Y con ese gesto darme esas fuerzas que me ayudan a escribir estas patéticas, ingenuas y reales líneas.

(1)El número catorce se utiliza como sinonimo de infinito, ya que para el escritor le es antiestético para su arte.