1.7.09

Clonazepam, no no.


Empiezo por un principio. Empiezo recorriéndote con la mirada mientras venís y te veo y me gustás, si. Cuando el saludo es formal, mi cariño se marchita pero las ganas de arañarte las espalda son ideales. En fin, beso formal, beso de amigo. -Hola amiga, ¿todo bien?...eso esperaba, me alegro por vos. Arranca la marcha y no hay contacto, pasan los metros, la distancia entre el punto de partida y el punto indeciso de llegada se agranda; pero la distancia entre nosotros se achica. El calor se siente venir. Una serie de chistes, y un abrazo y un beso (amistoso, nada comprometedor) nos ponen en sintonía. Mis ansias ya me ponen en una posicion de muy mal humorista. Ya no se como romper el hielo y vos caminas y caminas. Yo intento tocarte conmigo pero el hielo y mi falsa simpatía nos separan. ¿Cuádo me vas a enseñar como quererte? ¿Me dirás un día, cual es el fármaco?
-¡Ah mirá! te escribí esto.-Salio de mi bolsillo un llavero, un encendedor, un paquete de cigarrilos, un papel y un caramelo. Te doy el caramelo para ser cordial, apretado con el papel. Un haiku, bien dulce con aroma a un Europa romántico y un Japón herbáceo, acota que estoy in love con mi amiga. -Amiga, sos vos.-y la lágrima cae por tu pómulo. Aceptas como regalo al haiku y me regalas lo que buscaba. Quise esconder mi sonrisota, aprentando los labios, pero un beso tuyo me hace lo que ninguna droga puede hacer; me hace sentir.
No es un cuento, ni una historia, solo una protesta. Y fiel al estereotipo de las protestas llevaría una pancarta. La mía diría 'Me tenés, y te quiero'.