11.6.09

Te veo hasta en los calendarios

Como un bostezo y a la velocidad de un beso, voy a susurrarte que te quiero y voy a pedirte que te calles. Princesa de todos, sin tenerte, te tengo a vos. Y aprovecho este instante inmoral para pudrir mis defectos y sacar lo mejor de mi, contarte que estoy hecho un fluido y me derrito entre tus abrazos. Señales de buen conportamiento con mi adyacente. Mi adyacente que lleva un nombre, que encaja en muchas parábolas, fábulas y calendarios. Lo lleva para que yo lo nombre, carga con un nombre propio que al escucharlo se paran los relojes y la tierra gira en sentido inverso. Una especie de protesta, al decir tu nombre hacés sonreir al mundo, a un Dios, a mi.